Mitos y realidades del cáncer y la alimentación
¿A qué exactamente se refieren cuando nos dicen que podemos evitar el cáncer con nuestros hábitos alimenticios?
Hoy en día tenemos en la palma de la mano un arma de doble filo, y es que a veces es una ventaja tener tanta información a nuestro alcance y a veces es contraproducente ser mal influenciados por sitios amarillistas, o cazadores de internet que solo buscan nuestra atención para conseguir nuestros datos cibernéticos.
Existen varios casos donde se ha comprobado con evidencia, que éstos sitios “farsantes” nos proporcionan información errónea bajo el nombre de instituciones de alto renombre, que lo único que logran, es confundirnos y perder confianza en las diversas fuentes, o en el peor de los casos, hacernos creer en todas las barbaridades que nos transmiten, orillándonos a hacer cosas incluso en contra de nuestra propia salud.
Pero ¿A qué quiero llegar con todo esto? es una realidad que por muchos años fuimos engañados por la industria alimenticia, pero también es verdad que hay mucha información manipulada, y esto nos aleja de la realidad. Y como si hay algo de cierto en el tema de prevenir el cáncer con nuestros hábitos alimenticios, hoy quiero compartirte lo que he aprendido, desmintiendo mitos y dándote las herramientas para que puedas concluir bajo tu criterio a la hora de elegir tus alimentos.
Vamos a empezar por entender ¿Qué es el cáncer? El cáncer es una enfermedad causada por alteraciones genéticas, las cuales en la mayoría de las ocasiones, se activan a causa de exposiciones a un virus, a quemaduras solares, o bien a través de nuestra propia conducta, como fumar o tener una mala alimentación. Esto no quiere decir que hay alimentos que previenen, ni que causan, ni que curan el cáncer. Esto quiere decir que tener buenos hábitos en todos los ámbitos de la vida DISMINUYE el riesgo de que las células malignas de un cuerpo se reproduzcan exponencialmente.
Entonces, como no podemos controlar nuestra genética, ni los virus que entraran a nuestro cuerpo, pero si podemos controlar nuestros hábitos, es ahí donde debemos enfocarnos para disminuir, repito disminuir, nuestro riesgo de padecer esta horrible enfermedad.
Y aquí es donde aparecen las recomendaciones básicas para cuidarnos y tener buenos hábitos:
-Mantenerse dentro del rango de peso saludable con un IMC entre el 18.5 y el 25%
-Realizar actividad física 30 min diarios
-Protegerse ante la exposición solar
-Limitar el consumo de carnes rojas, evitar las carnes procesadas, aumentar la cantidad de frutas, de verduras y de granos en la dieta diaria.
- Evitar el consumo excesivo de sal y azúcar
-Evitar alimentos procesados.
Y definitivamente los primero 3 me parecen obvios, pero los últimos son los que me hacen ruido, y es donde quiero que entiendas la verdadera razón por la que se mencionan. Te explico, definitivamente es por nuestra boca por donde la industria alimenticia tiene acceso a nuestro cuerpo, y es ahí donde han puesto sus interés de por medio para mejorar los sabores, las apariencias y los costos de sus productos, haciéndolos deliciosos, llamativos y baratos, sin importarles que por debajo del agua, nos están haciendo meternos a la boca sustancias que AUMENTAN los riesgos de activar esas alteraciones genéticas de las que ya hablamos y que podríamos tener en nuestro ADN.
Y la pregunta del millón, ¿Cómo identificar los productos que contienen estas sustancias tóxicas y malas para nuestra salud? Es muy sencillo, generalmente son los productos procesados los que los contienen, solo debes poner atención en los ingredientes de lo que eliges comerte. Hay algunos que hasta son imposibles de pronunciar, otros un poco más descriptivos en su nombre. Por ahora aquí te dejo una lista de los que en la actualidad se consideran los más dañinos:
-Glutamato monosódico (GMS) -Aspartame -Grasas trans
-HFCS o jarabe de maíz alto en fructosa-Sodio -Colorantes artificales
En otro artículo entraré en detalle de qué es lo que cada uno contiene y como afectan a nuestro cuerpo, pero por lo pronto, te digo con seguridad que lo único que hacen es entrar a tu sistema, engañarlo por su origen químico y hacer que tus Radicales Libres se multipliquen en exceso por contaminantes externos, y son ellos, sí, los radicales libres, los que viven dentro de nuestro sistema inmune a favor de nuestro cuerpo, pero si hay un descontrol de su reproducción y el cuerpo no puede soportarlo, son los factores que “activan nuestras células cancerígenas heredadas”
Creo yo, son razones lógicas y suficientes, para que a partir de ya seamos más selectivos en nuestros alimentos y más exigentes con la industria alimenticia, tomando decisiones conscientes al nutrirnos, por que aunque lo que comes no evita ni cura el cáncer, definitivamente es una herramienta que tenemos que usar a nuestro favor y no en contra.
Este mes, especialmente en honor a todas las mamás, hijas, hermanas, amigas, compañeras de trabajo, y por todas las mujeres del mundo que están luchando la batalla en contra del cáncer de mama, vamos a intentar al menos, leer los ingredientes de lo que compramos en el super, en honor a ellas vamos a poner nuestro granito de arena y comprender esta información que puede salvarnos de estar en su lugar.